Toma la taza de sopa
agregándole pan duro,
es invierno, prematuro,
Navegaba por Europa
en ese buque anclado.
Su gran amor, fiel aliado,
extraña la algarabía
el aroma a pescado.
Lucio, sin mostrar enojo,
sentado pide limosna,
a cambio lee con sorna
rimas con un solo
ojo.
No crea que es antojo,
ya no tiene el derecho,
el Luis, lo dejó maltrecho,
también unos dientes perdió.
Al celoso, lo sacudió,
y huyó del vil acecho.
La sala lucía cubierta.
Cortés, una rosa llevó,
romántico la elevó
dejándola boquiabierta.
Furioso pasó la
puerta
el novio de la corista.
Lucio levantó su vista
y recibió la golpiza
pero de forma huidiza
zafó cual
ilusionista.
logró entrar como pudo,
el joven doctor forzudo
lo levantó cual un cristal.
Quedó en posición fetal
con marcado deterioro,
no soltó la rosa roja,
clamó por su pelirroja,
novia del Luis, la del coro .
O.A.B.
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