domingo, 25 de octubre de 2020

Un salteño de ley

En  los Ombúes, añosa  pulpería  de los Molinos, muy cerca de los valles Calchaquíes salteños,  don Rosendo divisa a lo lejos una densa nube de polvo provocada por el galope de dos caballos que se aproximan y son sujetados al palenque por sus jinetes.

Al instante los forasteros son recibidos por  Lucho, el perro guardián del lugar. El bueno de Lucho es gordo  como toda mascota de boliche, fiel  custodio y está feliz  con su tarea ya que es recompensada con la entrega de los huesos sobrantes de los asados del pueblo.

Rosendo, hombre  bajito, de sonrisa  fácil, acomoda la servilleta en su hombro y  con un fuerte apretón de manos  les da la bienvenida, los ubica en la mesita junto a la ventana , les ofrece unas ricas empanadas acompañadas por un vino tinto que los parroquianos aceptan gratamente.

Eustaquio, luciendo  bigotes y prolija barba, pregunta  por un  tal Indalecio Gómez. Rosendo, sorprendido ante  la consulta  y mientras hundía las empanadas en la olla  con grasa, pregunta:- “¿qué andan queriendo saber?”.

“Enseñamos historia argentina en la escuelita  1 de Cachi”, adujo Alberto, su compañero.

“Sí, por supuesto, lo conozco y les voy a contar lo siguiente” Rosendo respondió, y continuó,

“nació acá cerquita,  un sábado 14 de septiembre de 1850, en la finca que había pertenecido al último gobernador realista del Rio de la Plata Nicolás de Isasmendi. Fue a la escuela primaria y parte de  la secundaria  en nuestra  provincia, continuándolos como pensionista en el seminario conciliar de  Sucre en  Bolivia, se recibió  de bachiller y fue  alumno de fray Mamerto Esquiú.”

 Acercándoles las sabrosas empanadas junto al  pingüino con tinto, continuó: -“por el  año  1870 viajó a Buenos Aires, a estudiar derecho y en 1876 se recibió  de abogado y ahí nomás,  se vino  para acá. ¿Les sigo contando?”, preguntó Rosendo.

“Sí continúe, sugirió Alberto que exhibía una desprolija cabellera canosa.

“Como les decía: fue legislador, también, profesor en el colegio Nacional, y junto a unos vecinos comercializó ganado en el único  puerto boliviano del océano Pacifico por entonces  llamado Cobija abasteciendo al ejército peruano. El gobierno argentino lo nombra cónsul en el puerto peruano de Iquique, vivió de cerca  la guerra del Pacífico, apoyo a los peruanos, saben? Y conoció al porteño, un tal Roque Sáenz Peña,  que  gracias a la mediación de Indalecio fue liberado por los chilenos, lo habían tomado prisionero siendo voluntario del ejército peruano. ¿Les traigo un postre?”

“Y bueno, ya que insiste”, aceptaron complacientes y disfrutando del dulce y el  queso,  “la especialidad de la casa”, sugieren que don Rosendo prosiga.

“Indalecio se casó en 1883 con la jujeña Carmen Rosas de Tezanos, criaron cinco gurices,   enseguida es senador provincial por el departamento salteño de San Carlos, en 1886 lo elegimos diputado nacional, banca que mantuvo hasta el 1900 ¿vieron?... Al que  no podía ni ver era al Roca, no le gustaba ni medio su forma de hacer política. En 1905 el presidente  don  Manuel  Quintana lo manda a las Europas chamigo, ¡viera usted lo que fue el pueblo! ¡la alegría nos brotaba por los poros mi amigo!¡Si hasta conoció al Papa!”

El anfitrión ofrece algo digestivo. Aceptando un tecito de hierbas Alberto incita a Rosendo a continuar y así lo hizo.

“Por el 1910 su amigo Roque Sáenz Peña lo nombra ministro del interior, querían  hacer una reforma electoral ya que las votaciones eran fraudulentas”

“¿Y entonces?”, preguntaron a dúo.

“Vean ustedes que el 10 de febrero de 1912 publicaron la ley Sáenz Peña. Indalecio la escribió junto a don Roque  y la defendió con pasión,  desde  entonces los hombres podemos votar más tranquilos, vea, en secreto y obligados a ejercer este deber democrático.”

“Vaya trayendo una grapita y la cuenta, por favor”, espetó Eustaquio.

“Enseguidita…una cosita más”, retomó Rosendo, “Indalecio en 1914 fue uno de los fundadores del partido Demócrata Progresista, pero al poco tiempo cansado de luchar contra propios y ajenos, renuncio a su cargo  y pegó la vuelta al pago. Con esto termino mi amigo”

Rosendo, mostrando la emoción en su rostro, tomó el lápiz sujeto a su oreja izquierda  y simulando  detallar lo consumido en un ángulo de la mesita, les dijo, “Se fue a Buenos Aires para dar apoyo a su partido al ser derrotado por los radicales de Irigoyen y el martes 17 agosto de 1920, no me olvido más esa día, nos dijo adiós para siempre, y lo peor, vea, no lo pudimos despedir ya que lo velaron allá, lejos de sus raíces, descansa en la Recoleta.”

Dispuestos a pagar  los comensales leen en la  punta de  la mesita un, “la casa invita".

Entre lágrimas y rubores Rosendo, agradece la visita, orgulloso  por contarles parte de la historia  de  su célebre coterráneo a estos maestros rurales deseando que se la transmita a sus alumnos. Se les arrima el Lucho moviendo alocadamente su cola, recibe  caricias de  los   educadores, está feliz como Rosendo, y se van a dormir tranquilos.

O.A B.




 

       


Don Jaime, hombre de acción

 

Don Jaime era  un hombre preocupado por llevar su obra  beneficiando a de los más necesitados. Amistoso con los pobres, recorrió como pocos la provincia de Neuquén e de la que fue su  primer obispo. Juan XXIII  lo envió el    10 de abril de 1961  .

Acompañado por el padre Barreto visitó las comunidades mapuches. También  defendió  a los obreros  el 23 de febrero de 1970 cuando se produjo el “choconazo”. Don Jaime  Solicitó un fusil al llegar a la tranquera de entrada y marcando  presencia reclamó por las paupérrimas condiciones laborales y sus magros salarios. No sintió culpa, por el contrario, se mostró feliz  negándose a oficiar una misa en la primer parroquia argentina construida para gendarmes y demás autoridades que custodiaban a  los trabajadores de la obra hidroeléctrica. Por aquellos su país era gobernado por el dictador Juan Carlos Onganía.

 Don Jaime Tomó la bandera de los derechos humanos  fundando  en 1975 junto a Alfredo Bravo y Alicia Moreau de Justo la A.P.D.H. y en 1976 integró el M.E.D.H. Acompaño codo a codo  a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en la búsqueda de los desaparecidos por el gobierno de facto que asoló   a su entrañable Argentina  entre los años 1976 y 1983 derrocando a Isabel Martínez de Perón .

 También Don Jaime Integró la Conferencia Episcopal Argentina compuesta por ochenta miembros. Solo dos de ellos , los obispos Miguel Hesayne y Jorge Novak se hicieron eco de sus palabras y apoyaron  todos sus reclamos   .

En  el año 1979 Don Jaime  visitó al Papa Juan Pablo ll , aprovecho la cita para entregarle documentación reveladora del genocidio sufrido por  los  hermanos de su patria  .

 Con el advenimiento en   la democracia en 1983,  el radical Raúl Alfonsín creó bajo su gobierno la CONADEP. Esta entidad estaba presidida por el escritor Ernesto Sábato  al que secundaba  entre otras personalidades políticas y culturales   don Jaime. Dicha  comisión tenía el claro objetivo de echar un baño de luz e investigar la desaparición forzada de personas ejecutada  por la  dictadura cívico-militar- eclesiástica encabezada por el Teniente General Jorge Rafael Videla .El resultado de tamaña investigacion se vio reflejado  en un material de lectura indispensable llamado  informe “Nunca Más “.

Don Jaime sin duda era un  hombre de acción, sus comprovincianos valorando su lucha lo votaron masivamente    en las elecciones a convencionales constituyentes  de 1994, encabezó la lista de Frente Grande, cosechó  casi el 30% de los sufragios  derrotando  por primera vez desde 1983 al Movimiento Popular Neuquino.

Con la ética que lo caracterizaba Don Jaime renunció a su banca oponiéndose al "pacto de Olivos". Un  acuerdo entre el  presidente del Partido Justicialista  Carlos Menem y su antecesor Ricardo Alfonsín. Concluyó entre aplausos   su emotivo discurso diciendo: "no quiero asistir a los funerales de la patria."

A los 76 años, como obispo emérito, Don Jaime  retornó a su pago sureño. Visitó   cada comunidad mapuche a manera de despedida, agradeciendo   su obra los jefes   lo nombraron  "peñi", que significa  hermano en  su  lengua.

 Don Jaime de Nevares nació el  29 de enero de 1915 en la ciudad de Buenos Aires, se  recibido de bachiller con medalla dorara, fue  abogado e  impulsor del colegio San José obrero. Reconocido como   ciudadano ilustre por el consejo deliberante de Cutral - Co .

El viernes 19 de mayo de 1995 sus parroquianos acongojados  fueron acercándose a la catedral neuquina para brindarle el último adiós. Don Jaime descansaba  luciendo sus borceguíes sucios con tierra dejando la señal  de su incansable andar. Cada cacique le ofrendó una pluma en señal de amistad, Adalberto uno de sus alumnos lo recordó contando vivencias  de las inolvidables clases .  Rodearon el ataúd con sus ex compañeros, se rieron .... Valía también una sonrisa en honor a su querido maestro.

 O.A.B.

  

 





 

 

 

 

 

 

   

       

domingo, 18 de octubre de 2020

Callejeando

 

En un carro a caballo recorría el pueblo

acompañado por el faldero de su lucho.

esa  grata presencia del inseparable  perro.

el buen paisano la supo considerar mucho

 

El gordo Braulio amablemente lo llamaban

sus  vecinos queridos de General  Lavalle 

con  una  afable sonrisa él los saludaba

al cansino paso cotidiano por las calles.

 

Serpenteaba un gran   dolor por la nostalgia

rememorando a sus tan estimadas raíces.

bajo el bello cielo puneño con su magia

aquellos pueriles tiempos de noches felices


Su voz ronca desde  lejos era  escuchada

 con un descuidado megáfono de  por medio

anocheciendo emprende la retirada

recibió ropa y comida, echo al tedio

 

Se ve sorprendido por  densas y negras nubes

avecinando una espantosa tormenta

pelando los últimos huesos,  al carro sube

ya saciado  por la  parrillada opulenta 

 

Terminaba otra larga y ardua jornada

 bien sabe que no ha conseguido mucho

y musitaba :  poca cosa es más que nada

entrando a su ranchito con el fiel del lucho

 

Reposó  en la cama rebosando  alegría

cual dulce niña  quinceañera con  su  tiara

agradeció  por  haber  vivido   otro día

a la imagen de su madre que lo ampara.

O.A.B.

 

 



 

 

 

 


 [ob1]

lunes, 12 de octubre de 2020

Amante de las buenas palabras

 Elio fue  un   alumno ejemplar del real colegio  en Salamanca. Se gradúo en retórica y gramática a los diecinueve años. No estaba  conforme con la enseñanza  ,  por ese motivo solicitó el  traslado a una universidad donde no le resultase  tedioso estudiar y  recibió  una beca para perfeccionarse   en  Bolonia.

Ilusionado abordó una vieja  carraca  y recorrió plácidamente  el  Mediterráneo. Francesco,  un napolitano sobrio con  andar plácido, se pasea   de proa a popa  con su  pipa  emanando un delicioso aroma a vainilla disimulando  la falta de aseo en  la tripulación.

Este  capitán   locuaz  enseña   a los  variopintos pasajeros  el astrolabio, un  esencial instrumento que los  navegantes emplean para localizar   astros y  estrellas. Así se  guían en sus recorridos y miden las distancias a los destinos establecidos .

Ante la  inmensidad del mar, El  rostro de Elio  denota la angustia y la soledad del destierro. En la mente aún  percibe  los zumbidos producidos por el aleteo de las plumas de los colibríes, esos  simpáticos visitantes de la secreta cabaña, aquel  lugar de juegos y amoríos  en su añorada  Lebrija. 

 Al cabo de una década , Elio se consagró a la teología, el latín, aprendió medicina, derecho, matemáticas, historia y fundamentalmente la gramática.

En 1470 complacido por los logros universitarios  decide   regresar   a   Sevilla y hacer valer  sus conocimientos. Llegan los  días en que contrae   matrimonio con Isabel, son padres de seis niños y una niña, pero su poder de seducción le juega una  mala pasada, no le alcanza el dinero para mantener a  su familia  ni para atender los reclamos de  las mujeres por la manutención de los retoños frutos de sus relaciones clandestinas. De común acuerdo con su mentor  el obispo Fonseca, decide volver a Salamanca para revolucionar la enseñanza del latín junto al teólogo y profesor de filosofía Pedro de Osma.

En la que fuese la primer imprenta de Salamanca,  Elio  publicó en 1483 Introducciones latinae, manual de latín  texto fundamental hasta el siglo XIX.

Posteriormente  el 18 de agosto de 1492 en la misma ciudad da a conocer el célebre estudio de la   primera gramática castellana y sus reglas. Redacta esta obra en  cinco tomos y también en ese año edita el diccionario latín – español.

Desarrollando la filología  nos sigue deleitando con Las Quincuagenas, lexicón juris civiles  entre tanto material destacado,

Una universidad madrileña fundada en 1995 lleva  su nombre ,  este polímata innovador nació en 1444,  fue transitando el   camino de las letras hasta sus últimos días  en  Alcalá de Henares en  1522.

 

O.A.B.



 

 




 

 

 

 

 

 

    

 


domingo, 4 de octubre de 2020

Buendía

 

El  simposio de criminología realizado anualmente en la ciudad de  Sinaloa,  tiene en esta oportunidad como primer orador al ripperológo Ulises Buendía, reconocido estudioso  de los hechos  policiales sin resolver. La escasa audiencia  está   ávida por tener los resultados de su meticulosa lupa, se centraran  en el primero de una seguidilla de  femicidios que incriminan a Jack “el destripador” al cumplirse el centenario de los fatídicos acontecimientos.   

 Buendía comienza su alocución - Colega los traslado al lugar de los hechos, en En la pujante Inglaterra de la reina Victoria, no todo lo que brillaba era oro. Al este de la Ciudad de Londres se encuentra Whitechapel,  barrio de maleantes  con  escopetas y prostitutas apesadumbradas. Transcurría el   Otoño de 1888 , en casas hacinadas a orillas del Támesis la miseria calaba hondo. Enfermedades,  alcoholismo y prostitución convivían con  los habitantes de este suburbio desdichado que era  mal visto por el resto del país.

 Toma un poco de agua y prosigue - estos son  datos brindados  por el  testigo J:- vi  deambular  lentamente a  un hombre escuálido luciendo su sombrero de bombín.  observé que se  detuvo ante un grupo  de mujeres  , me pareció que algo les preguntó,  pero  , las  despidió despectivamente. Demoró unos minutos y  las siguió. Esas señoritas trabajan en  Ten Bells, ustedes señores oficiales conocen a se pub  los vi en varias oportunidades despuntando el vicio -  !Perdón ¡ expulsando  borrachos. 

 Les paso a leer el testimonio del testigo H  en base a  los dibujos  faciales del  perito en la delegación policial: Frente a la iglesia de Saint Botolp,  veo entrar a un  hombre bastante parecido  en la casa de huéspedes llamada   Bedroom. El testigo G, corrobora los dichos de H y dice que el forastero sin protestar  a cambio de tres peniques consiguió una habitación. Continua el testigo G haciendo un detalle pormenorizado de lo  hallado en la misma- había   un armario deteriorado,  estaba decorada solamente por el florero  que contenía  un  exánime jazmín  ocupando un ángulo de la mesita de luz. Debajo de la  cama habia un par de galochas,  protegiendo a los  zapatos nuevos  sellados  con el nombre de su fabricante " hermanos Loave".

El testigo M en su declaración aseveró-  golpeé suavemente la  destartalada puerta   ofreciéndole  una frugal cena , pero me marché,  demoraba en atenderme,  y debía continuar con el resto de las habitaciones . motivo por el cual no puedo aportarle mas  datos importantes a la investigación . 

El testigo H lo vio salir  de la pensión en la madrugada del viernes 31 de agosto, y dijo- me llamo la atención  la hora, desde  la entrada lo  observaba. las callecitas  estaban   oscuras , su andar era sigiloso , cada tanto miraba hacia atrás, caminó dos cuadras y giro a la izquierda , ahí  no lo vi mas. A  pocos metros   de cuando el testigo H lo perdió de vista, es  encontrado el cuerpo de  mujer con   el cuello  rebanado y  marcas de varios cortes en el abdomen,  Comienza de esta manera una serie de crímenes atroces, aún impunes.

Por la memoria y el descanso en paz de  esas  inocentes  damas , debemos encontrar  al culpable ", sentenció  Buendía    y  se despidió de la sala bajo un estruendoso aplauso . Solo uno.

O.A.B 




























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