lunes, 3 de mayo de 2021

Indignas Despedidas

 

Rosa deja la pileta limpia, recoge hasta el más ínfimo cabello al terminar de armar sus largas trenzas.

Esta triste. Mas temprano le avisaron del regimiento que el Tincho Medina habia muerto. Estaba a bordo del crucero General Belgrano y su cuerpo desapareció en las frías aguas tras el cobarde bombardeo . Ella  sabía que era una locura demencial esa  guerra pero está orgullosa de su novio, al quedarse sola  decide irse muy lejos de Open Door . 

El asomar del sol entre los cedros  la sorprende  sentada en el umbral,  recuerda al  risueño Tincho disfrazado de payaso en los corsos de la ciudad. Tomándose su tiempo, recorre unas cuadras hasta la  ruta 6, en la banquina  hace señas ansiosa por desaparecer lo mas pronto posible. Al buen rato va deteniendo su  serena marcha un despintado Opel K 180. Despacio Rosa  se  acerca  y una dama al volante   de manera cordial  la saluda.

—Buenos días, soy  Matilde. -- ¿A dónde se dirige?

— Me llamo Rosa.-- A cualquier lado  que me aleje de aca. 

—Voy hacia el sur, hasta   Thames.

— Esta bien ¿puedo acompañarla?  

—Suba, por favor.

Rosa expone los  motivos del viaje, Matilde escucha  sin interrumpir.

Transcurridas unas horas  deciden descansar. Ingresan a “El Aljibe”  un acogedor almacén  de campo.  Se sorprenden con el crepitar de la grasa cliente  y solicitan cuatro empanadas. Piden permiso para el primordial uso de los sanitarios, luego de asearse reposan debajo de un umbroso ombú.  Rosa  toma  de a  sorbitos el gélido porrón ,  la conductora mostrando responsabilidad prefiere acompañarlas con una  Tónica.

Matilde es una  enamorada de su profesión y  cuenta que se traslada  para ocupar  el cargo de odontóloga en los centros de atención pública del distrito. 

— ¿Cómo me dijo que se llamaba el lugar adonde nos dirigimos? Insiste  Rosa.

Thames, Su nombre rinde  homenaje  a  José Ignacio Thames.  Sacerdote tucumano y diputado.  Participó  en el congreso donde se aprobó y  firmó el acta de nuestra independencia el 9 de julio de 1816.

-¿Lo estudió? 

-No, siento interés por la toponimia de los lugares que visito. De paso aprendo que nunca está de más.

¿ Vamos yendo?, sugirió Matilde.

El cielo presagiaba tormenta. A los pocos kilómetros llovía copiosamente. Aminoran  la velocidad  ante la presencia de un caballo que trotaba  arrastrando  un desarticulado carro con fardos de pasto. Rosa, atenta a los movimientos del extraordinario transporte, nota que el paisano extiende su mano derecha antes del siguiente cruce,  a los pocos metros se  adentra en la huella  hacia  un ranchito lejano.

--Cuénteme algo más de ese tal Thames. Sugiere Rosa.

--Recuerdo que falleció el 9 de febrero del 1832. Lo tengo presente porque  mi padre cumplía años ese día y el 832 es mi número preferido en la quiniela.

--El mío era el 17.... Pero a partir de ayer es el 05 , espero  mi mascota me traiga suerte. 

--¡Esto no me lo va a creer Rosa ! Nadie  puede  visitar  su sepultura porque por  desinterés  o  negligencia construyeron sobre ella  la actual  catedral tucumana  y  una playa de estacionamiento…

Rosa permaneció en silencio…se dio cuenta que como los descendientes de Thames tampoco encontrará el lugar del descanso eterno de su amado Tincho Medina.

Diferentes situaciones, profanados homenajes, indignas despedidas.   

O.A.B.

  

 




 



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