Tobías, atónito, levanta las manos
de su máquina de escribir
solo encuentra vocablos vanos
que no expresan su sentir
En su casa acongojado
el llanto lo dominó
su prometido Esteban, lo ha dejado
y contrito de la plaza volvío
de su hermana busca regazo
al contarle su pasional drama
requiere mimos, un tierno abrazo
Esmeralda, casi se cae de la cama
lo acompaña leyendo un libro
de Neruda , que belleza
aconseja: mantén un sano equilibro
y no pierdas la cabeza
Visto que perdió las llaves
del corazón de su amado
siente lo mismo cual ave
que el vil hombre ha encerrado.
¡Los momentos de euforia vendrán!
exclama optimista Tobías
Para el dolor no habrá lugar
en el resto de mis días.
Hijo,- no hay mal que dure cien años.
sentado, recuerda a su madre diciendo.
asocia palabras, aleja el desengaño
y fluye sereno escribiendo.
O.A.B.
No hay comentarios:
Publicar un comentario